Cada vez que sientes que algo hace KRAK, cuando te rompes, te abres. Eso es exactamente este disco: un cúmulo de canciones rotas que pedazo a pedazo entrarán por tus grietas para unirlas en la dimensión de la música. En este trabajo, Larburu está acompañada por Carlos Taroncher y Karlos Arancegui que haciendo caso omiso a las maneras ortodoxas de tocar sus instrumentos, convierten el clarinete bajo en un instrumento electrónico, y la batería en un set de percusión inusual. Larburu acompaña su voz con guitarras, instrumentos de cuerda y sintetizadores.
Primer álbum en solitario de Maite. En euskera en su totalidad, este disco se creó en Euskal-Herria, estando Maite ya instalada en Hernani. Es un álbum de retorno, intimista y hogareño, creado, arreglado y elaborado por Larburu en su integridad. Algunas letras fueron escritas por Harkaitz Cano. Aparte del clarinete bajo de Carlos Taroncher, Aida Torres y Beñat Iturrioz colorearon este disco con la ayuda de una colección de latas, botes, cazuelas y sartenes.
Este segundo álbum de Neighbor, se creó entre Hernani y Amsterdam. Podemos decir que guarda las melodías más peculiares de Larburu, siendo quizá el álbum más exótico. Aparte de crear las letras y las melodías, Maite comenzó a experimentar con diversos instrumentos, siempre con el toque eléctrico de Josh Cheatham. Es en HAU también donde el clarinete bajo de Carlos Taroncher aparece por primera vez.
Creado en su totalidad en un barrio de Amsterdam, Ura patrikan fue el primer disco publicado por Maite Larburu y Josh Cheatham. Elaborado cuando el dúo Neighbor vivía pared contra pared, las melodías y letras de Larburu fueron revestidas por los arreglos de Cheatham.